El mundo necesita un cambio radical y es lo que está buscando la UNESCO al querer darle cierta implicación a las ciencias humanas y sociales a la vida de los jóvenes. Quitando todo prejuicio simplificador o despreciativo en sus vidas. Para cada país la preparación de sus jóvenes es garantía de un desarrollo y avance certero.
Estamos en momentos en que importan las voces de la juventud, en que se deben amplificar y se debe potenciar la capacidad de acción de los jóvenes y hacer que participen activamente en el proceso de desarrollo nacional y regional
Otro punto en el que debemos trabajar forzosamente dice la UNESCO es en cambio climático que desastrosamente se predice, para esto expertos en la materias se reunirán para discutir sobre la conveniencia de una declaración universal.
No dejando atrás el relevante tema de los derechos humanos en nuestros tiempos donde atravesamos por una crisis económica, social y política es fundamental para hablar de proceso, por lo tanto la UNESCO no pudo dejarlo atrás organizando una reunión en Francia. Los representantes, harán un balance de los proyectos llevados a cabo y tratarán de las acciones futuras de esa red, también debatirán en torno a los efectos de la crisis en materia de cohesión social, xenofobia o exclusión, problemáticas que ocupan un lugar central en la gestión del espacio urbano. El objetivo de este debate es promover y reforzar la cooperación multilateral relacionada sobre cuestiones cruciales para el porvenir de los derechos humanos.
Observando la crisis en la que vivimos nos damos cuenta la necesidad de científicos sociales. El informe examina varios problemas de los que deben ocuparse las ciencias sociales, como las desigualdades y asimetrías que ponen trabas a la acumulación, la transmisión y la utilización del conocimiento en diferentes países: La línea divisoria geográfica, la diferencia de capacidades, la internacionalización dispareja y la desigual producción de artículos y libros entre los países. Otras dos líneas divisorias atañen a la fragmentación del saber: la que discurre entre la investigación dominante y los enfoques alternativos y la que separa las diversas disciplinas. La competencia a que dan lugar las nuevas prácticas de gestión, las relaciones, en ocasiones tensas, entre la academia y la sociedad y entre los estudiosos y los legisladores y políticos constituyen otras líneas divisorias que disminuyen la efectividad de la respuesta de las ciencias sociales a los desafíos mundiales.
Sin duda tenemos mucho por hacer para que el mundo mejore, empezando por hacer conciencia y preguntando en que estamos haciendo por ayudar a que esto suceda, o que podemos hacer. Este es el momento para poner los pies en la tierra y actuar inteligentemente.
